, commissioned project that took place in different architectural ruins on the Island of Menorca.
"Te llaman porvenir
porque no vienes nunca.
Te llaman: porvenir,
y esperan que tú llegues
como un animal manso
a comer en su mano.
Pero tú permaneces
más allá de las horas,
agazapado no se sabe dónde.
... Mañana!
Y mañana será otro día tranquilo
un día como hoy, jueves o martes,
cualquier cosa y no eso
que esperamos aún, todavía, siempre."
Ángel González
Avenir, un encuentro entre lo que permanece anclado y lo que actúa en el presente, entre lo estático y el movimiento, entre el objeto y el sujeto, lo inorgánico y lo orgánico. Un instante que transforma a las dos partes. La raíz seca y el cuerpo, dejan de ser raíz y cuerpo y este, no podría devenir en sí mismo si no fuera en relación a otra cosa; en este caso, una arquitectura y paisaje que parecen desear secretamente esta transformación.
Dejar de ser porvenir, para devenir.
Heráclito entendía el devenir como un perpetuo cambio y Platón como la potencia de esquivar el presente. Ese constante fluir es lo que imposibilita cualquier adjudicación de identidad, lo cual, desemboca en una paradoja y hace del devenir una zona fronteriza donde es posible ser y no ser al mismo tiempo.
Asistimos así aquí a un misterioso proceso de desdibujamiento de las identidades. Un abandono o salida de eso que uno es, que uno fue. Pretendíamos capturar esa breve interacción o encuentro; ese momento en el que se desdibuja la identidad. En él, existe una íntima conversación, y conversión, entre una experiencia objetiva y otra subjetiva, que se interpelan, se implican y se transforman mutuamente. Este proyecto habla de la verdad eterna del tiempo y de lo eterno del devenir, como un instante sin espesor y sin extensión que subdivide cada presente en pasado y futuro.